Abramos la puerta a un nuevo mundo: El mega puerto de Chancay que promete poner al Perú en los ojos del comercio mundial.

Hasta mediados del 2011 Chancay era, muy por seguro, tan solo un pequeño pueblo que unos mas que otros ubicaban en el mapa del Perú. Con poco mas de 60 mil habitantes se erigía solapadamente sin pensar que, unos años más tarde, estaría en los ojos del mundo por uno de los proyectos más trascendentales en la historia del Perú: la construcción del mega puerto en alianza con una importante transnacional china.

Con un avance del 60%, la mega construcción ha prometido posicionar al país en el primer centro logístico del Pacífico sudamericano. Lo que desencadenará, por inercia, un beneficio colectivo para los demás países de la costa sudamericana: incrementando las oportunidades laborales en casi un 200% en diferentes profesiones y ramas técnicas solicitadas. Con una inversión que asciende, en su primera etapa, a US$ 1213 millones (no incluye IGV), esta construcción es descrita como una pieza clave que permitirá dinamizar la economía, impulsar las exportaciones, y generar nuevas oportunidades laborales.

Cosco Shipping, empresa china precursora del proyecto, como parte de su compromiso social con la comunidad de Changay, ha firmado convenios marco con organizaciones vecinales y sociales, con el Gobierno Regional de Lima y la Municipalidad Distrital de Chancay para desplegar infraestructura social y realizar estudios de proyectos de inversión que aporten al desarrollo de la comunidad, reduciendo la brechas sociales y económicas. Lo que toma bastante relevancia en medio de un ambiente tan inestable y voluble como el peruano.

Sumado a lo anterior, también se realizarán proyectos de inversión que busquen mejorar el sistema educativo de la zona: como el ofrecimiento de becas académicas para familiares de asociaciones de pescadores artesanales. Añadido a ello, está gestionando la ampliación de los servicios de salud del Hospital de Chancay. Y, como parte del gran compromiso con el desarrollo sostenible, se vela por la preservación del humedal de Santa Rosa.

No sería injusto incentivar, después de analizar las múltiples posibilidades de crecimiento que ofrece este nuevo puerto, a que los jóvenes peruanos miren con optimismo un futuro que está a la vuelta de la esquina. Comprometiéndose con su formación y estudio a lo largo de todo este proceso. Que la nación sepa aprovechar y administrar de forma sincera e inteligente dependerá, después de todo, únicamente de las nuevas generaciones.

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